Esta es la madre de todas las Plantas Maestras. Domina la jerarquía de las plantas de uso medicinal y espiritual. Tiene el poder de expandir tus sentidos tradicionales y permitirte acceder a una nueva percepción de ti mismo y la conexión que tienes con el universo.

La guayusa se utiliza como un medio para incrementar la atención y la energía, pero en un estado calmo y de serenidad. Ayuda a encontrar los significados ocultos de tus sueños y facilita los sueños lúcidos. Además, ayuda a una mayor concentración y comprensión de los pensamientos que tienes durante el día.

La bobinsana es parte de la tradición chamánica de los Shipibos. Además de energizar gentilmente el cuerpo y mente, la bobinsana se usa para potenciar las propiedades alucinógenas del Ayahuasca y crear emociones de conexión del individuo con una consciencia superior.

El ajo sacha ayuda a purificar el organismo y prepara al cuerpo y mente para recibir el Ayahuasca sin bloqueos. Abre los canales de energía de la psiquis y del cuerpo, por lo que permite acceder a estados de ensoñación durante la vigilia. Además, ayuda a que el cuerpo no pierda su conexión con el mundo material durante los rituales de Ayahuasca.

El Tabaco es una parte esencial de los principales rituales con Plantas Maestras. Ayuda a que la persona se focalice en el momento presente y a canalizar pensamientos negativos o incoherentes. El tabaco será la primera planta con la que tendrás contacto en el retiro, ya que purgarás con esta para una primera limpieza del organismo.

Considerada una Planta Maestra con energía masculina, la planta chiric sanango tiene como objetivo principal liberar emociones que han sido bloqueadas por el individuo. A un nivel espiritual, otorga un sentido profundo de consciencia, apreciación y conexión con la vida. Además, promueve sueños vívidos, reino donde la planta trabaja a nivel subconsciente.