El conocimiento siempre ha sido una gran motivación para el Ser Humano. Lamentablemente en su búsqueda, el hombre ha sufrido una separación en el entendimiento, comprensión y abordaje de sus dos naturalezas, la espiritual y la física. Es así como hoy en día, vemos de un lado, una medicina fría, limitada y supra especializada, que ignora todo lo que va más allá del cuerpo físico; y del otro, una espiritualidad aislada, confinada a lo religioso e independiente de los procesos naturales. Pero, ¿es posible sanar el cuerpo sin tocar el alma? ¿Puede el alma cumplir su propósito en un cuerpo enfermo? ¿Cuál es el verdadero sentido detrás de cada enfermedad?

Estos misterios han acompañado a Eduard durante toda su vida; llevándolo a profundizar en su formación académica y en su camino interior. Es así como llegó a convertirse en un amante de las ciencias naturales, así como de la ciencia espiritual; buscando hacer de la práctica médica un verdadero arte de curar.

“Todo el conocimiento médico disponible, es ampliado desde una perspectiva anímico - espiritual, enriquecido por una aguda intuición e individualizado para cada paciente”. Es así como se desarrolla cada una de sus consultas. Con este método, ha podido acompañar durante años, pacientes con todo tipo de enfermedades, físicas y anímicas. Desde un resfriado o una alergia hasta un cáncer, todo adquiere sentido, cuando se abarca desde una mirada más amplia. De esta forma, se descubre la enfermedad como camino; logrando vislumbrar cuál es nuestro destino y de qué manera interviene el karma para llegar a él. 

“No es necesario estar enfermo para consultar”. Nuestra alimentación, relaciones (incluso con nosotros mismos), estilo de vida y también el grado de consciencia; repercuten profundamente en cada sistema de nuestro cuerpo y directamente sobre el desarrollo anímico- espiritual de nuestra vida. La meta no solo se centra en tratar la enfermedad, sino también en generar salud. Eduard promueve en cada caso, valiosas herramientas que no solo nos llevan a estar bien con nosotros mismos, sino también, se convierten en pilares para cuidar nuestra salud y llegada la enfermedad, apelan a nuestra capacidad natural de autocuración.

No sería un abordaje integral sin considerar la totalidad de la familia. En el caso de los pequeños (y los no tan pequeños), Eduard brinda un abanico de posibilidades, tanto para el tratamiento de patologías cada vez más frecuentes como TDAH, autismo, etc., como para el acompañamiento a los padres, en el proceso de crianza. Para esto, se ubica al niño en el centro y se organiza alrededor suyo, cada red (familia, amigos, colegio, etc), de modo que encuentre las herramientas prenatales y post natales, a través de la educación, para el desarrollo del ser humano pleno. En pocas palabras, se alinea el karma del niño, buscando que este, tenga los medios para alcanzar su destino.